Y finalmente, ante la impávida mirada de los hinchas que hacen hasta lo imposible por darle el beneficio de la duda a Paolo Guerrero, quien fuera considerado el jugador de mayor entrega de la selección nacional, el jugador que exigió poner aquello que ponen las gallinas, en la cancha. Aquello que hoy se le pone en duda con una genial imitación de Carlos Álvarez, pero el buen Paolín Lin Lin parece haberse quedado sin piso. Se intentó desacreditar a Magaly Medina, y no era descabellado, fueron semanas de dimes y diretes típicos de un programa de Laura Bozo ó lo que parecía ser el guión perfecto de una nueva novela mexicana.
A pesar de esto, parecía que Guerrero tenía la mano ganada, la ausencia de pruebas condenaba a la periodista quien aseguraba tener las pruebas suficientes, pero se limitaba a poner una foto en la que es imposible diferenciar las ocho de la noche de las tres de la mañana. Y entonces, sucedió… bastó un susurro de Jaime Bayly, quizá el periodista con mayor influencia hoy en la televisión peruana, para que este escándalo de callejón entre Paolin Lin Lin y Medina tome proporciones de escándalo. Y por si esto no fuera poco, no sólo involucró a Paolo Guerreo, sino también a otros integrantes de la selección. Es verdad, no salieron de la concentración, pero “si mahoma no va a la montaña….”, este nuevo grupo de implicados decidió convertir el hotel donde se encontraban, en la sucursal molinera de “Las Cucardas”.
Ante esto sólo quedan algunas preguntas: ¿Y Chemo?, ¿Estaba en la concentración o también tenía su cuarto separado? ¿Y los dirigentes? ¿Quién asume la responsabilidad de aclarar esta denuncia? ¿Y si es verdad? ¿Se van a ir todos los implicados? ¿Todos? ¿O es que en la selección quien cría caballos y tiene una cuenta bancaria que supera las seis cifras sale siempre libre de polvo y paja?
Una vez más nuestros corajudos – menos ra - futbolistas, nos demuestran de qué están hechos, nos invitan a ilusionarnos, nos muestran de lo que son capaces. Esta situación es inaceptable, y todo aquel a quien se le pruebe que fue participe de esta burla debe ser erradicado cual tumor malingo de esta selección que hoy más que nunca padece de un cáncer terminal.
A pesar de esto, parecía que Guerrero tenía la mano ganada, la ausencia de pruebas condenaba a la periodista quien aseguraba tener las pruebas suficientes, pero se limitaba a poner una foto en la que es imposible diferenciar las ocho de la noche de las tres de la mañana. Y entonces, sucedió… bastó un susurro de Jaime Bayly, quizá el periodista con mayor influencia hoy en la televisión peruana, para que este escándalo de callejón entre Paolin Lin Lin y Medina tome proporciones de escándalo. Y por si esto no fuera poco, no sólo involucró a Paolo Guerreo, sino también a otros integrantes de la selección. Es verdad, no salieron de la concentración, pero “si mahoma no va a la montaña….”, este nuevo grupo de implicados decidió convertir el hotel donde se encontraban, en la sucursal molinera de “Las Cucardas”.
Ante esto sólo quedan algunas preguntas: ¿Y Chemo?, ¿Estaba en la concentración o también tenía su cuarto separado? ¿Y los dirigentes? ¿Quién asume la responsabilidad de aclarar esta denuncia? ¿Y si es verdad? ¿Se van a ir todos los implicados? ¿Todos? ¿O es que en la selección quien cría caballos y tiene una cuenta bancaria que supera las seis cifras sale siempre libre de polvo y paja?
Una vez más nuestros corajudos – menos ra - futbolistas, nos demuestran de qué están hechos, nos invitan a ilusionarnos, nos muestran de lo que son capaces. Esta situación es inaceptable, y todo aquel a quien se le pruebe que fue participe de esta burla debe ser erradicado cual tumor malingo de esta selección que hoy más que nunca padece de un cáncer terminal.
PD: El airado reclamo de los 8 mil dólares de premio, ya saben para que era!!!
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