viernes, 21 de diciembre de 2007

2750 msnm

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(Río de Janeiro) (EFE).- El vicepresidente del club brasileño Flamengo, Kléber Leite, dijo este jueves que "no le preocupa" que su equipo se pueda cruzar con el Cienciano peruano, ya que "se va a cumplir" la orden de la FIFA de prohibir los partidos en altitud.


Esto debido a que, como explica Leite en otra parte de la entrevista, el presidente de la federación brasilera Ricardo Teixeira, “luchó por ello y logró vencer la guerra”, refiriéndose claramente a la nueva ley en la que se prohíbe jugar en ciudades ubicadas por encima de los 2750 metros. Esta ley, promulgada con un autoritarismo similar al que practica Manuel Burga, --recordemos la amnistía-- no hace más que demostrar el peso de los equipos Brasileros y Argentinos a nivel sudamericano, así tengan que pasar por encima a países como Perú o Bolivia.


Pues entonces, bajo esa premisa no se debería jugar en estadios en que sus condiciones climáticas excedan los 28 a 30 grados, o por el contrario desciendan de los 10 a 12. Tampoco en las ciudades donde los vientos superen los 35 Km/h. Y así buscarles peros a absolutamente todos los fenómenos físicos ó geográficos. ¿Pero alguno de los otros mencionados le afectan a países como Argentina o Brasil?

Este decisión prepotente, manifiesta el ínfimo peso dirigencial que tenemos a nivel Sudamérica, testifica claramente que, quienes acá hacen y deshacen a su antojo, a nivel internacional tienen tanto peso como un copo de algodón. La importancia que la FIFA le da al Perú es nula y si en lo sucesivo deben perjudicarnos con algún pronunciamiento, lo harán sin ningún tipo de remordimiento. Finalmente el hecho de no mantener buenas relaciones con los “dirigentes” peruanos les significa exactamente lo mismo.


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