El resultado de ayer es engañoso: un empate ante un Brasil que no se exigió al máximo –como suele hacerlo cuando juega de visita en Eliminatorias Mundialistas-: parecía un entrenamiento o un amistoso para Brasil, y estamos seguros que pensaban más en el partido del miércoles ante Uruguay -tremendo clásico del fútbol mundial-. Es más, desde esta humilde tribuna nos atreveríamos a decir que matar a sus rivales, ante su propio público, les da pena. Y las estadísticas avalan esta teoría: sólo cuatro victorias del equipo auriverde en veinte partidos como visitante en los procesos para Japón/Korea, Alemania y el actual.
Pero no podemos negar que hubo una mejora en el funcionamiento de la selección peruana. El 1-1 con Brasil sólo servirá si se gana en Ecuador el miércoles, y recién ahí se podría hablar de una selección que resucita. No hoy, como pretenden hacerlo los diarios deportivos de Lima, a quienes sólo interesa las ventas y otra vez hablan del “sueño de la clasificación”.
Pero ganar a Ecuador es una tarea muy complicada para un equipo mediocre como el peruano, que además perderá mucho con las ausencias –por acumulación de tarjetas- de De la Haza, Vargas y Solano; y tendrá enfrente a un equipo muy urgido por los tres puntos. Si Perú juega con inteligencia podría aprovechar esa necesidad del rival, sumar tres puntos, meterse otra vez en la ¿lucha? Y de paso darle una estocada, casi final, a un "rival directo", Ecuador.
Pero no podemos negar que hubo una mejora en el funcionamiento de la selección peruana. El 1-1 con Brasil sólo servirá si se gana en Ecuador el miércoles, y recién ahí se podría hablar de una selección que resucita. No hoy, como pretenden hacerlo los diarios deportivos de Lima, a quienes sólo interesa las ventas y otra vez hablan del “sueño de la clasificación”.
Pero ganar a Ecuador es una tarea muy complicada para un equipo mediocre como el peruano, que además perderá mucho con las ausencias –por acumulación de tarjetas- de De la Haza, Vargas y Solano; y tendrá enfrente a un equipo muy urgido por los tres puntos. Si Perú juega con inteligencia podría aprovechar esa necesidad del rival, sumar tres puntos, meterse otra vez en la ¿lucha? Y de paso darle una estocada, casi final, a un "rival directo", Ecuador.
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