Terminado el Clausura Argentino, el mundo del fútbol sufrirá otra de esas pérdidas irreparables, esas que cada cierto tiempo nos rompen el corazón a quienes amamos este deporte. Pero esta vez no habrá que recordar gambetas, tacos, enganches o filigranas, esta vez, el que llorará desconsolado será el gol, pues se va uno de sus mejores amigos, su compañero fiel, ‘El Titán’, ‘El Loco’, Martín Palermo.
La carrera de este extraordinario goleador es digna de novela, es quizá una tragicomedia de esas que no se borran así nomas de la retina del hincha. Porque ser máximo goleador de uno de los equipos más grandes de Argentina; fallar tres penales en un mismo partido con tu selección en una Copa América; romperse los ligamentos cruzados en un partido contra Colón, y en ese mismo partido, lesionado, marcar tu gol 100; regresar de esa para de 7 meses y anotarle a River en el superclásico, eliminándolo de la Copa Libertadores; romperte tibia y peroné por la caída de una pared sobre tu pierna en plena celebración de gol, frustrando así en gran parte su periplo europeo; ser convocado a los 36 años a la selección Argentina por Diego Maradona -quien lo llamó San Palermo- y anotarle a Perú en el minuto 88, dándole la clasificación al mundial a su equipo; haber obtenido 8 campeonatos nacionales y 8 internacionales, incluidas dos Libertadores; es por decirlo menos, un resumen que pocos pueden ostentar.
Elegido por la FIFA como el mejor cabeceador del mundo en el año 2008, llegar con 37 años a un mundial, darse el lujo de anotar; haberle anotado 9 tantos a River Plate, el rival de toda la vida, y despedirte de los superclásicos anotando y vitoreado por la 12; ser el jugador de Boca que más goles ha anotado en la mítica Bombonera con 126 tantos; ser el máximo goleador en la historia de los torneos cortos en la Argentina -20 en 19 partidos-, etc, etc, etc..
Si de fríos números se tratara, podríamos llenar varias hojas de hazañas, datos curiosos, relatos de goles, anécdotas, y es que no fue gratis como se ganó el apodo de ‘Loco’. Martín es -fue dentro de muy poco- un predestinado, una versión pelotera del Rey Midas, porque todo lo que toca, lo convierte en gol. Artillero por excelencia, quizá el 9 más 9 que el fútbol pueda parir.
Miembro honorario del Boca de Carlos Bianchi, ese Boca campeón de todo, aquel que superara en la final de la Intercontinental al poderoso Real Madrid, en un partido histórico, precisamente con dos goles del ‘Titán’. Quizá sobran las palabras. Y es que si algunos aseguraban que el ‘Virrey’ tenía el celular de Dios, es entonces muy probable que San Palermo le haya robado los chimpunes. Hasta Siempre Martín!.
La carrera de este extraordinario goleador es digna de novela, es quizá una tragicomedia de esas que no se borran así nomas de la retina del hincha. Porque ser máximo goleador de uno de los equipos más grandes de Argentina; fallar tres penales en un mismo partido con tu selección en una Copa América; romperse los ligamentos cruzados en un partido contra Colón, y en ese mismo partido, lesionado, marcar tu gol 100; regresar de esa para de 7 meses y anotarle a River en el superclásico, eliminándolo de la Copa Libertadores; romperte tibia y peroné por la caída de una pared sobre tu pierna en plena celebración de gol, frustrando así en gran parte su periplo europeo; ser convocado a los 36 años a la selección Argentina por Diego Maradona -quien lo llamó San Palermo- y anotarle a Perú en el minuto 88, dándole la clasificación al mundial a su equipo; haber obtenido 8 campeonatos nacionales y 8 internacionales, incluidas dos Libertadores; es por decirlo menos, un resumen que pocos pueden ostentar.
Elegido por la FIFA como el mejor cabeceador del mundo en el año 2008, llegar con 37 años a un mundial, darse el lujo de anotar; haberle anotado 9 tantos a River Plate, el rival de toda la vida, y despedirte de los superclásicos anotando y vitoreado por la 12; ser el jugador de Boca que más goles ha anotado en la mítica Bombonera con 126 tantos; ser el máximo goleador en la historia de los torneos cortos en la Argentina -20 en 19 partidos-, etc, etc, etc..
Si de fríos números se tratara, podríamos llenar varias hojas de hazañas, datos curiosos, relatos de goles, anécdotas, y es que no fue gratis como se ganó el apodo de ‘Loco’. Martín es -fue dentro de muy poco- un predestinado, una versión pelotera del Rey Midas, porque todo lo que toca, lo convierte en gol. Artillero por excelencia, quizá el 9 más 9 que el fútbol pueda parir.
Miembro honorario del Boca de Carlos Bianchi, ese Boca campeón de todo, aquel que superara en la final de la Intercontinental al poderoso Real Madrid, en un partido histórico, precisamente con dos goles del ‘Titán’. Quizá sobran las palabras. Y es que si algunos aseguraban que el ‘Virrey’ tenía el celular de Dios, es entonces muy probable que San Palermo le haya robado los chimpunes. Hasta Siempre Martín!.
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