Adios, SuperDepor

Llegada la última fecha, y con Almería y Hércules ya sentenciados al infierno de Segunda, sólo quedaba definir al tercero en discordia, el tercer peor equipo de la Liga 2010/2011 en España, y seis equipos, dependiendo cada uno de sí mismo, llegaban a esa instancia. Los que ganaran se salvaban. El Depor no pudo con el Valencia y adiós.

Asocio al Deportivo La Coruña con Manuel Pablo, Capdevila, Mauro Silva, Valerón, Pandiani, Luque... Ese SuperDepor que goleó al Milan en cuartos de final de la Liga de Campeones 2004, liderado por un genio brasilero, Djalma Feituza Santos, Djalminha -sólo un genio le respondería a Raúl, cuando este le increpó por adornarse mucho en sus jugadas: "tú haces goles, pero yo soy futbolista"-. Luego de 20 temporadas consecutivas en Primera, el Depor se despide. Infinitos motivos habrá para justificar ese descenso. Económicos, política de fichajes, mezquindad del DT, lo que sea. Tras 38 fechas, el depor está entre los 3 peores y no hay tutía.

Pero aquí nos ponemos en los zapatos del hincha. Ser hincha de un grande es fácil. Sabes que cada cierto tiempo tendrás algo que celebrar. No le quitamos mérito a eso, pero es mucho más difícil estar al pie del cañón en los momentos jodidos. Este Depor se ha pasado toda la temporada con la soga al cuello, con la tentación de tirarse al abismo del descenso fecha tras fecha. Pero el hincha deportivista ha demostrado ser fiel. La ciudad de A Coruña tiene una población de 200mil habitantes. La asistencia media esta temporada, la más difícil en mucho tiempo, ha sido de 20mil personas. Quiere decir que uno de cada diez, en cada fecha, estaba viendo al Depor en Riazor -como si en Lima, cada fin de semana 700mil personas fueran al estadio!!-. Piénsalo bien, no es un dato menor.

Ayer, luego de verse sentenciados a ser un equipo de segunda, esta afición de primera se quedó más de una hora en el estadio, cantando, entre lágrimas, y apoyando a su equipo. Esa misma hinchada que hace diez días fue a alentar a su equipo a un entrenamiento que, en principio, era a puertas cerradas, antes de un partido clave con el Athletic. Y entre ellos, definitivamente estaba la chica que le mandó una carta a su DT en noviembre del año pasado. Como presagiando lo que vivirían a fin de temporada, pero anunciando la grandeza de la hinchada. Y reivindicando además la grandeza del fútbol. Que vuelva pronto el Depor, el hincha gallego lo merece.