Universitario pasa hoy sus momentos más lóbregos desde la llegada del bienintencionado, pero cada vez menos creíble, Julio Pacheco. Y es que luego de que jugadores y cuerpo técnico, unidos como un puño, enfilaran su artillería contra el mediático e infeliz Julio Álvarez, el mismo plantel decidió no entrenar por falta de pagos, a dos días del partido contra Alianza Atlético de Sullana. Sin duda una semana movida en tienda crema.
Los dirigentes cremas llegaron profesando cambios –primero la JT y luego la directiva de Pacheco-. Pintaron de rosa la realidad crema, fanfarronearon con la bonanza económica, se ufanaron de ser la solución a los problemas, aseguraron que iban a convertir a la “U” en un club modelo, no solo en el Perú, sino en Sudamérica, y visto lo visto, todo fue un ‘bluff’, un pelado y desfachatado ‘farol’.
La ilusión de potencia económica que los millones de Pacheco dieron en un principio, hoy no es más que un solo de reclamos, quejas, palabreo de un dirigente con afán protagonismo, respuestas de un plantel cansado de palabreo, al que sobre todo lo mencionado, la prensa le exige resultados. En buena cuenta, un desastre de proporciones catastróficas para un club que vive con respirador artificial, apoyado en una hinchada que no deja de poner el hombro, aún frente a la cantidad de mierda que se lanza, con ayuda de ventilador, desde la interna del club de Ate.
Pacheco soñó con convertir a la “U” en el Barcelona de España, como YO puedo soñar ser alguna vez mejor jugador que Lionel Messi, o con ser más piadoso que el mismísimo Mahatma Gandhi, pero hay sucesos que si bien no son imposibles, son muy poco probables, o para los más optimistas, exigen un tiempo prudente -y por prudente entendemos eterno- para llegar a concretarse.
Universitario necesita un RCP con urgencia, porque se asfixia lentamente, agobiado por las deudas, por los problemas internos, la escases de resultados, trabajadores del club impagos, jugadores impagos, la agremiación presionando. Y para variar, los que sufren son los hinchas, esos mártires a quienes no les queda más que seguir apoyando, gritando desde la tribuna, mirando en silencio como el equipo de sus amores se pierde en la intransigencia de sus directivas. Universitario pasa hoy sus momentos más lóbregos desde la llegada del bienintencionado, pero cada vez menos creíble, Julio Pacheco. Y es que luego de que los jugadores y cuerpo técnico, unidos como un puño, enfilaran su artillería contra el mediático e infeliz, Julio Álvarez, el mismo plantel decida no entrenar por falta de pagos, a dos días del partido contra Alianza Atlético de Sullana. Sin duda una semana movida en tienda crema.
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