miércoles, 14 de mayo de 2008

Objetivo: Salir campeón

Universitario de Deportes acostumbró a sus hinchas, durante muchos años, a ganar el titulo. Fue el equipo con más campeonatos en la década de los 90, constantes participaciones coperas –buenas o malas, participaciones al fin--, formando equipos respetables, acordes con la esencia del club. Pero luego del tricampeonato, los éxitos nacionales quedaron en el pasado: malos manejos dirigenciales, a los que se le puede poner Nombre y Apellido --Alfredo Gonzáles--, convirtieron al cuadro merengue en un solo de fracasos, pésimas campañas y uno que otro papelón internacional.

Pero luego de un recambio en la dirigencia merengue, el ingreso de nuevos capitales --Grupo Santo Domingo--, la contratación de jugadores de nivel y un entrenador de trabajo serio y constante, la “U” se convirtió, por primera vez en varios años, en un candidato serio. Pero había un enorme problema, futbolisticamente, todavía se notaba marcada dependencia para con el diez colombiano. Y eso, en un equipo con pretenciones, no es permicible.

Bajo ese criterio, luego de la lesión de Candelo, muchos pensaron --otros soñaron--, que el equipo crema no tenía opción, un año mas sin títulos. Ahí entonces aparece la figura curva de un jugador extraño, por decirlo menos, con ademanes de crack, con pinceladas de genio, pero que suda indiferencia. Donny Neyra, es definitivamente el jugador más importante del equipo merengue en este momento, pero a pesar de llevar al equipo puntero, no logra ganarse a la hinchada, por esa displicencia y ese desdén que muestra muchas veces. Pero es sin duda el principal responsable de esta buena campaña, acompañado por un plantel que está a muerte con el técnico, y además, algo que solo puede pasar en equipos grandes, de tradición, cuenta con un gran numero de hinchas dentro de su mismo plantel, --Rainer Torres, Miguel Torres, Raúl Fernández, Oscar Ibáñez, Gregorio Bernales, Antonio Gonzáles, Jesús Rabanal, Víctor Balta, Jorge Araujo, entre otros-- jugadores que parece que vivieran el partido como si estuvieran en la tribuna, que dan la vida por una camiseta.

Así entonces, este año la “U” parece haber recuperado la mística, el cartel de equipo grande, que gana a veces jugando feo, pero gana por el peso de la camiseta, respaldado, después de mucho tiempo, por una hinchada en plenitud, como lo demostró en el clásico, no los dos mil hinchas que llevaba en campañas anteriores. Esta vez la gente crema se ilusiona, y no es en vano. El equipo merengue mantuvo la base del año pasado, y por sobre todo, mantuvo un grupo unido, quizá el único motivo por el cual Johan Fano podía dejar el equipo. Universitario es un plantel, es un equipo, nótelo en las celebraciones, nótelo en las declaraciones, nótelo en la cancha. Siempre se ha dicho que los equipos campeones históricamente se han caracterizado por mantener grupos unidos, que enfrentan como un puño a las adversidades que nuestros geniales dirigentes suelen enfrentarlos –basta recordar el último título ganado por Universitario, un equipo impago por meses se impuso, gracias a la unidad del plantel, en el Apertura 2002--.

Gracias a esto, el cuadro de Odriozola tiene ese aura de equipo campeón, a pesar que Cristal le resopla en la nuca, el cuadro de Gareca, sino uno de los principales responsables de este cambio, mantiene un orden, y demuestra, domingo a domingo, que su único objetivo es salir campeón.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Se te sale el hincha zorrolfo

Anónimo dijo...

neyra? total? saakate la kareta

Anónimo dijo...

sakaaatela zorrolfo

Anónimo dijo...

GALLINAS

Anónimo dijo...

que tu blog se llame universitario de deportes