A pesar de la equivocada, aunque comprensible, defensa de parte de Juan Vargas para con el “sacavueltero” ex capitán nacional --es lógico que los futbolistas intenten formar un puño, procurando defenderse--, fueron, además de innecesarios, típicos de un orate y falto de clase, los calificativos del dirigente --¿?¿?dirigente?¿?¿-- José Mallqui, hacia “el loco”. Poniendo en duda y descalificando su palabra por las celebraciones con las que Vargas, valga la redundancia, festejo sus anotaciones hace algunas semanas en el Calcio Italiano. “Seguro lo que quiere es que Jaime Bayly sea el presidente de la Federación” “Que se puede esperar de alguien que se besuquea con su compañero de equipo”, aseveraba “Pepito” luego de que Vargas arremetiera hace algunos días contra la calidad y capacidad de algunos dirigentes federativos --por no decir todos--.
Una vez mas, Mallqui demuestra su escasa capacidad como ser humano, y como dirigente, dejando en claro que tiene tanta intención de aportar al deporte peruano, como la que tiene Bush de abandonar la guerra por el petróleo. Otra vez el suspendido por soborno, y presidente del amnistiado Sport Ancash, demuestra su condición de patético y clama a gritos una suspensión, que desgraciadamente tendría que venir de personajes tan siniestros como involucrados en esta gran atmósfera de podredumbre que engloba el balompié nacional.
Ciertamente creemos que Vargas erró al defender a Pizarro, cobardías de ese estilo no deberían ser toleradas por alguien quien hasta el momento demuestra darse integro por su selección, pero a la vez es totalmente entendible que al pertenecer a un grupo se trate de proteger a quienes cayeron en el camino, por más miserable y pestilente que esta caída haya sido. El loco, hoy más que nunca, es un referente de la selección y está en total derecho de opinar en lo que al tema respecta, igualmente Guerrero, Hidalgo y Butrón, que son quienes salieron en defensa de los sancionados. Pero de ahí a que un puñado de inservibles se sienta ofendido por las declaraciones de sus futbolistas, no hace sino demostrar la poca calidad dirigencial y el rabo de paja que algunos llevan consigo.
Una vez mas, Mallqui demuestra su escasa capacidad como ser humano, y como dirigente, dejando en claro que tiene tanta intención de aportar al deporte peruano, como la que tiene Bush de abandonar la guerra por el petróleo. Otra vez el suspendido por soborno, y presidente del amnistiado Sport Ancash, demuestra su condición de patético y clama a gritos una suspensión, que desgraciadamente tendría que venir de personajes tan siniestros como involucrados en esta gran atmósfera de podredumbre que engloba el balompié nacional.
Ciertamente creemos que Vargas erró al defender a Pizarro, cobardías de ese estilo no deberían ser toleradas por alguien quien hasta el momento demuestra darse integro por su selección, pero a la vez es totalmente entendible que al pertenecer a un grupo se trate de proteger a quienes cayeron en el camino, por más miserable y pestilente que esta caída haya sido. El loco, hoy más que nunca, es un referente de la selección y está en total derecho de opinar en lo que al tema respecta, igualmente Guerrero, Hidalgo y Butrón, que son quienes salieron en defensa de los sancionados. Pero de ahí a que un puñado de inservibles se sienta ofendido por las declaraciones de sus futbolistas, no hace sino demostrar la poca calidad dirigencial y el rabo de paja que algunos llevan consigo.
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