La menopausia del ‘Chorrillano’

De Julbo Chicha

A mitad de semana una noticia repercutió en los medios deportivos peruanos. Las centrales periodísticas, al borde de la histeria, difundieron con peculiar tristeza las declaraciones de Roberto Palacios, quien confesó estar preparándose con profesionales de la psicología para su retiro. “El Chorri”, al más puro estilo de ‘o Fenómeno’ “moqueó” al confesarlo.

Pero para quienes no tenemos que lucrar con esto, quienes no necesitamos levantar la nota para cumplir con un tiraje predefinido, la noticia nos cayó como una calientita de Lalo Archimbaud, fue menos sorpresivo que la declaración de homosexualidad de Ricky Martin. Y es que quien en vida futbolística fuera Roberto Palacios, aquel de los ‘chorrigolazos’ y demás, hace rato que no es más que un cadáver pelotero local.

Y aunque Palacios nunca fue santo de nuestra devoción, es imposible negar que los 90’s significaron una edad de oro para “el Chorri”, prácticamente, su bigote era marca registrada. Figura indiscutible de la selección peruana, paseó su fútbol por diversos equipos del competitivo campeonato mexicano, incluso reforzó al poderoso Cruzeiro de Brasil.

Pero el jugador que hoy viste la 10 de Sporting Cristal no es más que una sombra de aquel jugador, una mala copia, abatida por los años, que pasó de celebrar goles memorables y ser voz autorizada de la blanquirroja, a recomendarle a periodistas locales, que uno jamás debe prestarle un “MIRFÓFONO A UN INGORGANTE”, por mucho su frase más célebre, incluso por sobre el ‘Te Amo Perú’.

Este sábado el Chorri volvió a hacer de las suyas, y luego de ingresar faltando tres minutos para el final del encuentro, como si se tratase de un juvenil sin trayectoria, Palacios decidió no ser menos, y reglarnos otro de sus episodios menopausicos.

Al ser consultado sobre el encuentro, el buen Chorri infló el pecho, y cuando todos sospechábamos que soltaría alguna genialidad como “si mira mano fue muy difícil pe, pero Cristal es un grande”, Roberto Carlos aseguró estar triste ..(silencio).. por no poder marcar el día del cumpleaños de su “viejita” ..(Ohh !!! que tierno .. me lo como!!, se escuchó por ahí)..

Ante la sorpresa y las ganas de que culmine con el llanto que era ya impajaritable, la prensa voraz aumentó las preguntas sobre su progenitora. Y el ‘10’ no decepcionó. Volvió a inflar el pecho, ya con los ojos húmedos, y aseguró deberle mucho a su madre –lo cual seguramente es verdad, y no hace más que enaltecer a la señora Mestas-, y sin poder finalizar la frase, pidió perdón y enfiló hacia el camarín.

La prensa enfervorizada se perdió en elogios para el jugador, se volvió a hablar del gol frente a Uruguay, del ‘Te Amo Perú’, de la casi clasificación a Francia, en resumidas cuentas, con tres minutos y un llanto, el “Chorri” volvió a la palestra, había logrado su cometido.