Juerga Íntima

… “Alianza Lima la fiesta del pueblo” … entona una de las más conocidas canciones del cuadro de La Victoria, y de un tiempo a esta parte, pareciera que los jugadores del cuadro grone han interiorizado este estribillo, a tal punto, que se han convertido en continuos participantes de diferentes actos de indisciplina. Sólo en los últimos tres meses, fueron hasta cuatro los supuestos casos de desbande en tienda blanquiazul. Incluso, Reimond Manco, novel jugador, que partiera hace pocas horas hacia Holanda, fue figura principal --y no precisamente dentro de la cancha-- de estos últimos casos, siempre bien acompañado, instruido y aconsejado por J.J. Jayo Legario, Marko Ciurlizza, Waldir Saenz, Wilmer Aguirre ó Johnier Montaño.


La última de las proezas íntimas, se produjo a cuarenta y ocho horas de sostener un encuentro vital para las aspiraciones de Alianza, cuyo objetivo era quedar entre los siete primeros del apertura, para así disputar el título nacional en caso de obtener el titulo del clausura, ni mas ni menos, que, frente a Cienciano, en la altura del Cuzco.

El resultado del encuentro es por demás conocido, Alianza ganaba 2-0, y a falta de cinco minutos, le voltearon el partido, de forma increíble. Y, como intento explicar alguno de los jugadores, la altura paso la factura. La altura, la noche, los tragos, LA JUERGA.

Ayer, en una más de sus desventuradas participaciones, Daniel Peredo, siempre secundado por el genial Alberto Beingolea, comentó que aquel día, los jugadores aliancistas tenían permiso del técnico Páez hasta las 12 de la noche, además, tenían entrenamiento programado a las 4 de la tarde del día siguiente. Según Peredo, era un error del técnico programar el entrenamiento en horas de la tarde, pues era como darles carta libre a los jugadores para que se trasnochen --¿?¿?¿?¿?--. Sólo por curiosidad, ¿estamos hablando de niños? Es Juan José Jayo un jugador sub-17 como para estar programándole entrenamientos matinales, porque no se puede confiar en su capacidad de discernir?, o quizá Montaño bordea los dieciséis años, y no puede acatar una orden tan simple como regresar a su casa antes de las doce de la noche. El futbolista debe tener la capacidad de controlarse, por algo perciben un sueldo, por algo es profesional, aunque muchos de los que pululan en nuestro ámbito, parezcan mas jugadores de liga distrital.

Una vez más la hinchada pago los platos rotos, una vez más el hincha se ve engañado por este funesto grupo de mequetrefes que aseguran ser jugadores y cobran enormes sumas de dinero por hacer el ridículo dentro de una cancha, pero dar cátedra en las pistas de baile. Es increíble ver cómo, estando aún tan fresca la vergüenza del Golf, desfachatados seudo deportistas embarran aún más la ya maltrecha imagen del futbolista peruano, con estos actos de insubordinación.
Y un consejo para la agremiación de futbolistas, estos actos de indisciplina, deben ser sancionados de forma tajante, si es necesario con la resolución del contrato, no apañen este tipo de asquerosidades, por respeto al fútbol y sobre todo, al hincha.