El buen resultado en Copa Sudamericana funge a modo de respirador artificial para Universitario de Deportes. El triunfo obtenido en tierras llaneras les permite a los cremas trabajar tranquilos durante una semana, sin presión, intentando olvidar un nuevo escándalo de pérdida de puntos, esos que se ganaron sudando en la cancha, y se perdieron “hueveando” en los escritorios. Pero esto no es más que morfina, porque le duela a quién le duela, y salvo un milagro, la actualidad merengue pareciera condenada a una muerte lenta y dolorosa. Y es que, en medio de tan alucinantes problemas económicos, es imposible solventar una planilla que supera mensualmente los doscientos cincuenta mil dólares. Una cifra exagerada para un club en crisis, y aun más exagerada para un presidente inepto que se pierde entre sus promesas.
Apartándonos por un segundo de la realidad económica de los de Odriozola, pongamos especial énfasis en este triunfo por varios motivos que pasaremos a analizar a continuación:
- Anímicamente es importante ganar internacionalmente: Un equipo logra consolidarse a partir de lo resultados, son estos los que regalan la moral suficiente para hacerse grande. Este primer paso de Universitario de visita reaviva la fe en el grupo y aporta en la salud mental del plantel. Más aun si consideramos que es la primera victoria de los cremas en un certamen en el que participan desde el 2002 -sin obtener un solo triunfo, ni de visita, ni de local-, y en el cual llegaron a ser eliminados por Alianza Atlético de Sullana en definición por penales.
- Económicamente el partido de vuelta es un salvavidas: El principal problema de Universitario es económico. La demora de los pagos y la falta de solvencia de club de Ate hace poco llevadero el día a día. Esta victoria entonces permite que para el parido en Lima, el Monumental luzca un marco apoteósico, cargado de gente, lo cual le dejará a la dirigencia una suculenta suma que les ayude a camuflar los insoportables problemas de dinero que los aquejan.
- La “U” obtuvo su primer triunfo de visita en el año: Si bien es cierto de local ha sabido hacerse fuerte –aunque poco sirva pues después los puntos se los quitan en mesa-, el desempeño del equipo del Chemo como visitante ha dejado cifras opacas, paupérrimas, mediocres. En consecuencia, este triunfo en Venezuela sirve como punto de partida para encarar lo que resta de la Sudamericana y el campeonato local. Importantísimo esto último, si consideramos que los cremas buscan llegar al ‘play off’ a fin de año, para lo cual necesitan sumar fuera de casa.
- No dejarse hundir por los problemas dirigenciales: Horas antes de enfrentar al Anzoátegui, se confirmaba en Lima la pérdida de los puntos obtenidos ante el CNI de Iquitos en el Monumental. A pesar de esto, el cuadro crema supo sobreponerse, cuando más fácil era dejarse morir, culpar a los dirigentes, entrar en trompo y no pelear en balde por un club que no valora el esfuerzo, impagos y aburridos de tantas ‘mecidas’ de las cabezas de la institución.
En sumatoria, un triunfo valioso de un plantel que lucha intensamente por no dejarse consumir por problemas que vienen desde las oficinas, problemas ajenos al fútbol, generados por personajes que han demostrado inoperancia absoluta, incapacidad de solución, pero que siguen enquistados, poniendo cara de ‘yo no fui’ y asesinando a un club tradicional y con millones de hinchas en nuestro país.
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