miércoles, 31 de agosto de 2011

Es cuestión de dos

Ha comenzado la temporada en España y las goleadas del Madrid y Barcelona en la primera fecha han disparado las alarmas: los comentarios indican que en el país ibérico se juega una "Liga Escocesa" -que se ha disputado 115 veces, de las cuales el Rangers y el Celtic han ganado 96; no hay otro campeón desde 1985-.

Todas las miradas apuntan al poder económico de los dos clubes principales del país para justificar esta marcada supremacía. Y ese poder radica en el reparto de los millones de la tele: Barça y Madrid se llevan aproximadamente 150 millones de euros cada uno, atrás aparecen el Atlético Madrid y el Valencia, con 42 millones, y a años luz, los demás equipos (18 millones en promedio). Dicen que ese reparto es injusto, porque hará que la competencia sea cada vez más desigual, y no habrá manera de frenar a los dos grandes. Que el dinero de la tele se debería distribuir como en otros países europeos -Inglaterra o Alemania por ejemplo, negocian en bloque-. ¿¿Y eso por qué?? Le duela a quien le duela, el fútbol es un negocio. El negocio del fútbol es tan asqueroso como cualquier otro. Desde que se volvió "profesional", pasó a formar parte del sistema capitalista que nos envuelve, donde cada club busca la acumulación de riqueza, como cualquier otra empresa. Unos lo necesitan para contratar las estrellas más mediáticas del momento; otros simplemente para poder llegar a fin de mes. En ese sentido, ¿por qué el Madrid y el Barcelona van a recibir lo mismo que el Granada o el Betis? ¿O alguien puede pensar que la misma cantidad de gente verá el Osasuna - Zaragoza que el Madrid - Racing?

La tele es un negocio. Y el fútbol, ese hermoso deporte que te gusta jugar con tus amigos los domingos en la noche, a esos niveles se vuelve tan sucio como cualquiera. Ya dijo alguna vez John Terry que le daba asco cobrar tanto dinero y que ya no sabía qué hacer con él. Está cayendo la "Liga de las Estrellas", ¿cuál será la siguiente?











De Julbo Chicha

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