El escándalo en que fue involucrado el árbitro peruano, no significó más que una desafortunada circunstancia, que no debería pasar de una incómoda anécdota, la misma que sin lugar a dudas le traerá más de un problema de aquí en adelante –casi podemos garantizar que su promedio de expulsiones por faltas de respeto verbal aumentará significativamente-. Lo vivido por el réferi peruano fue sin duda una infeliz suma de coincidencias, azuzada por el tenso momento político que viven dos países vecinos, y sobre todo, por la espeluznante voracidad de la prensa peruana de hacer leña del árbol caído.
Cuenta el buen Georges que el incidente sucedió el año 96, cuando él era un joven estudiante de Ingeniería Comercial. Este barbilampiño peruano, que por ese entonces era víctima de la vehemencia e inexperiencia típica de la juventud, fue encontrado por un carabinero fumando marihuana poco antes de asistir al concierto del grupo australiano AC/DC, motivo por el cual la justicia chilena le abrió un expediente buscando sancionar lo que en definida, no es más que una falta menor –suficiente castigo no poder asistir al concierto de los hermanos Young por estar implicado en burocráticos papeleos-. .
Trece años pasaron y Georges, ya más centrado y dejando atrás la irresponsabilidad lógica de la mocedad, regresó del país sureño, estudió educación física en la Universidad Cayetano Heredia, y finalmente, se dedicó al arbitraje de forma profesional, siendo distinguido incluso como árbitro FIFA.
Pero bastó que la palabra “marihuana” sea involucrada con un personaje público, para que se deje de lado las investigaciones y empiece la carnicería. Ningún medio se tomó la molestia de denunciar lo que claramente fue un atropello contra nuestro compatriota. Sería interesante tomar nota de todos y cada uno de los “seudo periodistas” que, aprovechando esta inusual coyuntura, descuartizaron al réferi peruano. Luego de conseguidos los nombres, llevarlos con prontitud a realizarse una prueba toxicológica, donde garantizamos un porcentaje altísimo de “positivos”, y seguramente por substancias de mayor grado de peligrosidad. No es posible que el “Libero” titule al día siguiente “Detenido por MARIHUANA” sin explicar por ninguna parte de su portada que el hecho sucedió más de una década atrás. No es dable que estos pasquines intenten predicar la moral en calzoncillo, es una falta de respeto y ofensa al intelecto.
Cuenta el buen Georges que el incidente sucedió el año 96, cuando él era un joven estudiante de Ingeniería Comercial. Este barbilampiño peruano, que por ese entonces era víctima de la vehemencia e inexperiencia típica de la juventud, fue encontrado por un carabinero fumando marihuana poco antes de asistir al concierto del grupo australiano AC/DC, motivo por el cual la justicia chilena le abrió un expediente buscando sancionar lo que en definida, no es más que una falta menor –suficiente castigo no poder asistir al concierto de los hermanos Young por estar implicado en burocráticos papeleos-. .
Trece años pasaron y Georges, ya más centrado y dejando atrás la irresponsabilidad lógica de la mocedad, regresó del país sureño, estudió educación física en la Universidad Cayetano Heredia, y finalmente, se dedicó al arbitraje de forma profesional, siendo distinguido incluso como árbitro FIFA.
Pero bastó que la palabra “marihuana” sea involucrada con un personaje público, para que se deje de lado las investigaciones y empiece la carnicería. Ningún medio se tomó la molestia de denunciar lo que claramente fue un atropello contra nuestro compatriota. Sería interesante tomar nota de todos y cada uno de los “seudo periodistas” que, aprovechando esta inusual coyuntura, descuartizaron al réferi peruano. Luego de conseguidos los nombres, llevarlos con prontitud a realizarse una prueba toxicológica, donde garantizamos un porcentaje altísimo de “positivos”, y seguramente por substancias de mayor grado de peligrosidad. No es posible que el “Libero” titule al día siguiente “Detenido por MARIHUANA” sin explicar por ninguna parte de su portada que el hecho sucedió más de una década atrás. No es dable que estos pasquines intenten predicar la moral en calzoncillo, es una falta de respeto y ofensa al intelecto.
Es infame que se quiera lapidar a una persona, que a pesar de no ser santo de nuestra devoción –sus cualidades como árbitro son harto cuestionadas por el blog-, simplemente cometió un error en una etapa pasada de su vida, y lejos de verse apoyado por sus compatriotas, en un conflicto con insoportable tufo político, fue absolutamente humillado y condenado sin ningún conocimiento de causa.
De Julbo Chicha |
1 comentario:
George Marley
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