El fútbol peruano agoniza

Si le hiciéramos una tomografía al fútbol peruano, definitivamente los resultados serían más que preocupantes. Un sin número de lesiones, hematomas, luxaciones, y un cáncer generalizado que convierte a nuestro fútbol en un paciente que agoniza. La única solución aparente sería extirpar esa materia muerta que carcome por dentro la salud de nuestro balompié. El mal que aqueja nuestro julbo es un tumor gigante al que denominaremos FPF, este fue extendiendo sus ramas, por las departamentales, ligas distritales, primera profesional, segunda división, Copa Perú, etc... creando una red, al parecer inextirpable, que corroe las últimas células vivas que pululan por nuestro maltrecho fútbol. Esta enfermedad se origino a raíz de un virus oncogénico conocido como ManuelixBurgax, sino el virus mortal más peligroso que ronda por el territorio peruano.

Pero fuera de esta burlesca seudo definición del mal que aqueja a nuestro fútbol, es importante tomar en cuenta de forma seria, concienzuda, inmediata y tajante, que realmente vivimos nuestras horas más oscuras, que realmente somos víctimas de una enfermedad que va terminar por devastar el deporte más popular de nuestro país, dejando huérfanos a millones de peruanos que de una forma u otra muestran un interés, sea practicando u observando este deteriorado fútbol.


Repasemos:

- Hace más de 25 años que nuestro país no participa en un mundial.
- Salvo contadas excepciones, internacionalmente nuestros equipos son un constante papelón en todas sus expresiones: Clubes y Selección.
- Tenemos una de las ligas menos competitivas de Sudamérica y el mundo.
- Nuestras grandes exportaciones en materia de futbolistas, son a países como Ucrania, Polonia, Rusia, etc. Ligas de segundo y hasta tercer nivel en Europa.
- Mostramos una incapacidad, solo comparable con el desparpajo de su presidente federativo, en lo que respecta a peso dirigencial.
- El autoritarismo que reina en nuestro fútbol permite fenómenos como: Amnistías, Re-reelecciones y prepotencias similares.
- Nuestros jugadores “REFERENTES” de selección consideran la concentración un recreo a sus actividades deportivas en Europa, generando así espectáculos como los del Golf los Incas.
- Hemos sido superados futbolísticamente por países como Venezuela, haciendo obvio el retroceso futbolístico de nuestro balompié.
- Etc, etc, etc, etc, etc, etc……………….


Las pruebas son evidentes, no admiten dudas ni debates, nuestro fútbol carece de buena salud, y espera ansioso un antídoto para aplacar sus males. Es urgente la toma de medidas drásticas que deben ser encabezadas por el máximo ente gubernamental, pues el caso lo amerita. El deporte es un escape para un pueblo agobiado por constantes problemas económicos. Son innumerables los países que encontraron en algún logro deportivo un punto de inicio a sus despegues políticos, --sucedió en Argentina luego del Mundial del 86-- por una cuestión anímica, un pueblo contento, trabaja en busca de un objetivo. Pero si además de castigarlos políticamente, deportivamente los terminamos de infligir, creamos una bomba de tiempo, capaz de explotar en cualquier momento.

Las cartas están sobre la mesa, y paradójicamente, este año, el presupuesto del deporte ha sido recortado, una medida que para efectos de lo solicitado no resulta positivo. Busquemos sensatez, busquemos unidad y desterremos de una vez por todas a ese infecto personaje que enturbia el bienestar del fútbol peruano.