viernes, 30 de abril de 2010

..Paso a Paso..

De Julbo Chicha
Este velo de mejoría del fútbol peruano, a raíz de la clasificación de Universitario y Alianza Lima a los octavos de final de la copa, es inobjetable. Tanto cremas como grones han hecho soñar al hincha con campañas antagónicas a los papelones de años pasados. Esas goleadas humillantes que solían propinarnos en ediciones anteriores de copa, han sido cambiadas por actuaciones respetables –salvo algunas excepciones-, incluso en el papel de visitante que tanto nos costaba representar.

Sin duda este ascenso ha desatado la euforia desmedida de los hinchas de los dos equipos mas grandes de nuestro país, que por más de diez años tuvieron que conformarse con espectáculos patéticos que no hacían más que aplastar el microscópico ego futbolero perucho. Por esto es permisible para un hincha dejar volar la imaginación, pensar en levantar la copa, en golear a los brasileros, o en repetir gestas históricas como la de los blanquiazules a Estudiantes, y es que en el mundo dominado por el mitológico Morfeo, todo es posible, nada cuesta, aunque la lógica indique que la realidad es sumamente distinta.

Los equipos peruanos han realizado hasta aquí una campaña aceptable en el campeonato sudamericano, EXIGIRLES más sería una hipocresía, un despropósito en este intento pausado pero constante de mejorar nuestro nivel internacional. Así Wilmer Aguirre haya tenido la mala suerte de leer a un periodista absolutamente indocto en nuestro medio redactar que jugadores como él solo nacen cada 100 años, el “zorrito” debe poner los pies sobre la tierra y analizar con suma cautela estas palabras, pues tanto él, sus compañeros, como todos los que lo vemos domingo a domingo, sabemos que esta no es una realidad. El comentario esta lejísimos de ser ponzoñoso o de buscar menospreciar a un Aguirre que se ha jugado una copa de ensueño, pero cada cien años puede llegar a nacer jugadores como Pelé, pero no como Wilmer, con el respeto que este se merece. De la misma forma con el “Zorro” de Ate, quien fue ensalzado en la cadena Fox luego de dos partidos como si fuera la esperanza del cuadro crema, cuando tiene más deficiencias técnicas que las estrellas que alumbran el firmamento.

Entonces es momento de buscar el mínimo de cordura que nos queda, y dejar de vender humo. No es posible que por un afán lucrativo se vaya en contra de los propios equipos nacionales, un puñado de soles no justifica el hecho de engañar al público.

Uno no va de último a primero en un campeonato, la mejora debe ser progresiva, concienzuda, sostenida, y no desmedida y repentina como la prensa quiere presentarla. La U y Alianza no son los mejores equipos de la copa, pero han demostrado tener herramientas para dar pelea. De aquí en adelante ambos tienen poco que perder y mucho por ganar, en el plano anímico y monetario, es cuestión de ir paso a paso, y no perder la brújula, aunque el entorno este cargado de idiotas que así lo quisieran.



De Julbo Chicha

miércoles, 7 de abril de 2010

Se perdió esa estirpe copera... hace 10 años!!

De Julbo Chicha


“Serás lo que debas ser, o no serás nada” reza el slogan copero del certamen transmitido por la cadena Fox. Esta frase, inmortalizada por el libertador José de San Martín, parece pintar de cuerpo entero el presente crema. Y es que aunque intentó disipar su nebuloso nivel internacional, casi fatídico en los últimos 10 años, sus jugadores demostraron tener el síndrome de la descalificación, y en un partido con pocas luces –por no decir a oscuras- empató con el que definitivamente es el peor equipo de la Copa Libertadores y quizá hasta del mundo. Porque el Blooming boliviano es por demasiado el peor equipo del torneo, incapaz de preocupar con algún ataque, ausente de cualquier tipo de sistema de juego, apelando únicamente a la casualidad para intentar asomar al arco rival.


Es así que nuevamente el pueblo crema, que llegó en buena cantidad al coloso de Ate, se fue plenamente desilusionado con un nuevo fiasco copero. Al parecer el golpe del año pasado no fue suficiente castigo y esta vez decidieron mostrar su peor cara para seguir maltratando el ego de sus seguidores.


La tarea hoy es harto complicada, nuevamente el equipo crema tendrá que cerrar en Argentina, frente a un equipo al que se le daba por muerto, pero que hoy encuentra un respirador artificial en la ineficacia de los cremas. Lanus saldrá al gramado del “Néstor Díaz Pérez” con la consigna de limpiar su nombre, en lo que viene siendo una de sus peores campañas en los últimos años, donde era protagonista del campeonato argentino. Hoy la U le da una oportunidad de salvar de alguna forma su año, y vaya que no la pretenden desaprovechar.


Universitario espera hoy el milagro, cuando debería estar cómodamente acurrucado en la punta de su grupo. Su ineficacia, anexada a la testarudez y falta de talento para contratar de su técnico, al que ojo, no se le reclama el trabajo táctico que hace, es muy bueno en defensa, eso ni dudarlo, pero empatando 0 a 0 no se gana un campeonato. No es posible que Universitario no tenga un delantero de nivel que sea capaz de marcar la diferencia que no puede marcar Labarthe, y eso es decisión única y exclusivamente del DT, fue él quien decidió traer a Piriz, que a la luz de lo sucedido no es por asomo un delantero de clase.


Ahora parece ser Alianza el último representante peruano con posibilidades de meterse en la siguiente ronda, apelando claro a que consiga un resultado positivo en su partido del jueves frente a otro boliviano, el Bolívar de la Paz. Quizá y los grones logren hacer lo que los merengues no fueron capaces y tengamos un representante peruano en la siguiente ronda.

lunes, 5 de abril de 2010

Clásico de Ajedrez

De Julbo Chicha

Hay muchos que se rasgaron las vestiduras luego del clásico del sábado por la noche, periodistas que lo catalogaron de aburrido, dándole como máximo mérito el que haya sido luchado, trabado, también hubo ex futbolistas que hablaban de que un clásico sin futbol espectáculo es un verdadero fiasco –lo que me obliga a preguntarme si en los últimos 20 años realmente hubo algún clásico con ese fútbol espectáculo- . Pues me atrevería a porfiarles a todos estos “sabios”, a las lumbreras que diariamente nos castigan con sandeces, porque si bien es cierto no fue un partido de diez puntos, lo que dejaron los jugadores en la cancha también es para aplaudir, porque no solamente de tacos vive el hincha. Un clásico no tiene que ser bien jugado, tiene que ser vivido intensamente, tiene que ser encarado con el sable desenfundado, y con la testosterona en su punto más alto. Con estos ingredientes sobre el terreno, es muy difícil que un verdadero hincha se vaya desilusionado del estadio.


No vimos un gran partido en lo técnico el sábado, es verdad, pero la entrega es siempre para elogiar, aunque don Alberto Beingolea no lo acepte. El clásico se jugó con más amor propio que fútbol, con más corazón que piernas, y es que antes de vociferar la sarta de cojudeces que se han estado diciendo, hay que considerar que tanto la U como Alianza se encuentran aún con vida en la copa Libertadores, y la cantidad de partidos que vienen afrontando son de un nivel estresante para el futbolista. Y finalmente, aunque los tradicionales se indigesten, el partido estuvo íntimamente ligado a lo que exigen sus entrenadores, mucho orden, mucho rigor táctico y mucho trajín.

Ahora esta en manos de esos mismos veintidós meter a sus equipos en la siguiente fase de la copa, lo que sería un gran paso para el fútbol peruano, que hace mucho tiempo no clasificaba dos de sus exponentes a octavos y así acallar las críticas sin sentido de las que son víctimas, porque el periodista ladra muchas veces sin sentido, y es que el fútbol es de hinchas, no de “sabios”.

No fue el mejor clásico, pero no fue el peor, se metió, se luchó, se guerreó y eso basta para aplaudir, no se puede uno ir contento, pero si conforme con lo que pusieron los futbolistas en la cancha, con que la camiseta se respetó. Las deficiencias técnicas de Carmona, de Aparicio, de Rabanal, de Prado, no las vamos a descubrir hoy, pero a falta de clase, bueno es el coraje, aunque para el Niembro peruano haya sido un partido muy, pero muy, malo.