domingo, 11 de octubre de 2009

Campeones Mundiales del “CASI”

Teníamos que empatar -ilusionar-, necesitábamos igualar el marcador para que el garrotazo sea aún mas violento, y es que nosotros no podíamos irnos del Monumental de Núñez sin un gol de último minuto -en contra claro está-, ese que hace ver ridículo el esfuerzo de 89 minutos. Una vez más, Perú, la blanquirroja, nos regaló un motivo para bajar la cabeza y pensar en otra cosa, quizá el fútbol no es lo nuestro.

Luego de un canto de himnos que hizo recrudecer las trágicas imágenes de Chile en el 97, la selección peruana se encontraba dispuesta en el terreno, con el temible 3-6-1 dispuesto por del Solar y con la consigna de pelear por aguarle la fiesta a los gauchos. Y es que a falta de éxitos, buenos son los rencores añejos, por lo que malograrle la fiesta a los pedantes vecinos del río de la plata se convertía en nuestro ansiado trofeo.

Los cuarenta y cinco primeros minutos no fueron sino un monólogo de un ansioso equipo argentino. Los albicelestes se hicieron dueños del balón, acaparando la posesión del mismo en un casi 80%. Los nuestros, desbordados por el marco y condicionados por sus limitaciones, no concebían darle más de tres toque seguidos a la pelota. SI bien es cierto el marcador pudo terminar con 3 o 4 en contra, el equipo de Maradona demostró no estar a la altura de su historia, y fue incapaz de concretar ante una temerosa selección peruana, en la que, a criterio personal, ofende la presencia de jugadores como Vílchez o Prado, ambos claros exponentes de la mediocridad que nos rodea. El Pacho y El Cholo demostraron estar muchos escalones por debajo que el promedio de jugadores que participan en este certamen internacional. Lamentablemente, y pecando de repetitivo, ofende que se les considere jugadores de selección.

El segundo tiempo -donde ingresaría un reclamado Palermo- parecía ser una copia de lo sucedido en la primera mitad, más aún cuando la lógica se hacía presente en la capital argentina con el tanto del “Pipita” Higuaín, que hacía estallar un estadio cargado de miedo. Pero luego del gol, Maradona mostró su peor cara, se tocó de nervios, empezó a ver fantasmas, y en una movida que pinta de cuerpo entero su capacidad como DT, sacó a autor del tanto y metió al zaguero Martín Demichelis, sin recordar que estaba jugando contra el último de Sudamérica, y que faltando aún 25 minutos por jugar, era mejor asegurar con un segundo tanto, antes que meterse atrás y dejarse arrinconar por los peruanos que apelaban al amor propio de Juan Vargas y uno que otro chispazo de Luis Ramírez.

Fue ahí donde cobra importancia el empuje del volante de la Fiorentina, y con un derroche de ganas, casi en soledad, empezó a meter contra su arco a la selección de Messi, que sin duda, y fuera de las constantes muestras de talento, no es la sombra del delantero implacable que juega en el Barcelona.

La reacción peruana era sin duda fruto de la cobardía de un inexperto Maradona, pero era una excelente transformación al fin. Prado, Fano y Solano –se reclamó un penal que no existió- tuvieron en sus pies la oportunidad del empate, pero marraron las oportunidades. No sería sino al minuto 90, cuando Rengifo, que había ingresado por Fano, quiso emular al huanuqueño en aquel recordado partido en Lima, y tras un centro de Ramírez, conectó de cabeza, desatando la locura del pequeño grupo de peruanos en la tribuna, de la banca de suplentes y de más de 15 millones que lo veían por TV. Habíamos conseguido el objetivo, nos convertíamos en verdugos de los presumidos albicelestes, éramos el antagonista que cobraba inusitada importancia, estábamos en los ojos del mundo luego de tan altisonante proeza, aunque la verdad suene a consuelo de tontos.

Lamentablemente para todos, Chemo tenía otra idea, su europeizado ego no soportaba ver a un grupo de sudacas contentos. Él debía hacer lo imposible para que la alegría se convierta en congoja y fue así que mandó hacer un cambio en la última jugada detenida del encuentro, soberana burrada para alguien que se jacta de ser un letrado en el arte de dirigir. No existe un entrenador respetable, o que se ufane de serlo, que no confirme como una máxima del fútbol eso de no hacer JAMÁS un cambio en un balón parado. Este desorden, acompañado por la falta absoluta de coraje e inteligencia de nuestros jugadores -y es que dejar a Palermo sólo en la última jugada es evidente prueba de ineptitud- convirtió esa hazaña épica de haber empatado de visita, en una más de nuestros famosos CASI. Nuevamente, los peruanos, amos y señores del UFF, demostramos al mundo que no estamos preparados para la alta competencia, porque no sirve de nada hacer partidos de 89 minutos. Una vez más, la selección nos regaló un motivo para bajar la cabeza y pensar en otra cosa, cambiar de tema, hablar de política, tal vez hasta religión. Y es que quizá el fútbol no es lo nuestro.


De Julbo Chicha

4 comentarios:

trizkerrok dijo...

jajajaj
q pobres...
el futbol no es lo nuestro...

trizkerrok dijo...

delcasi.....

maradona es una mierda
eso te lo digo yo, i tengo mas razzonq qdios
ese tio no tienen nada q ver con el deporte
sin embaaargo mi negro
ese si
mi negro esta mas bueno q san crsisto
q se joda quien le pene.
punto
pd. negro, te amo

trizkerrok dijo...

a lo mejor estoi borracha
a lo mejor...
i q mas da?
sigues estando igual de bueno
q se joda maradona
ODIO A MARADONA!!!!!!!

MARADONA = MIERDICACA!!!!!!!!

BUAAAAAAAGH!!!

trizkerrok dijo...

MARADOOONA MIERDA DE CAMISETA
NO HACES HONOR


HE VISTO Q EN ARGENTINA NADIE QUIERE A MESI, PERO NO SABEN NI LO Q DICEN.

SI NO SE SIENTE A GUSTO POR ALGO SERA. POR ALGO SERA Q EN EL BARSA SI.

Q SE JODAN LOS PUTOS ARGENTINOS CREIDOS.

MESI ME CAE BIEN PORQ NO ES UN CREIDO AUNQ SEA SUPER BUENO.

Q SE JODANLOS ARGENTIONS Q BINEENE A ESPÀÑA A LIGAR

SON TODOS UNOS FRACASADOS
Q SE JODAN

EL MEJOR MI NEGRO Q SE BESA EL ANILLO CUANDO MARCA GOL PARA CELEBRARLO


TE AMO MI VIDA
!!!!