Yo….Renuncio!

La convocatoria a una selección, en teoría, es uno de los máximos logros en la carrera de un futbolista. Representar a tu seleccionado patrio es un reconocimiento al correcto trabajo, y al buen nivel futbolístico manifestado a lo largo de una campaña. Paradójicamente, en el Perú se vive un fenómeno de rechazo al uniforme nacional. En menos de 7 meses, tres jugadores decidieron rechazar la convocatoria de José del Solar. Primero fue John Galliquio, que decidió abandonar la concentración sin el permiso del Chemo, para firmar contrato con el Dinamo de Bucarest; el seleccionador nacional aseguro que él reconvocará a Galliquio cuando mejor le parezca, declaraciones que mostraban un claro resentimiento para con el defensa por abandonar un proyecto a tres días del partido. Luego Juan Carlos Mariño adujo que prefería consolidarse en el Hércules de la Segunda División de España, antes que venir a representar a su selección.

Esta vez, Andrés “Rabona” Vásquez, un tipo del que lo único que se sabe a ciencia cierta es que puede depositar la pelota, con una maroma de cierto grado de dificultad, dentro del arco, lo cual a nuestro criterio, antes que futbolista lo convierte en malabarista, decidió consolidarse en el FC Zurich de la liga Suiza, dejando otra vez mal parado a un entrenador que aseguro días atrás que mantenía una comunicación semanal con los futbolistas convocados del extranjero. La polémica aumenta a raíz de los rumores que aseguran la convocatoria de Vásquez a la selección sub 21 sueca, por el conocido hecho de su doble nacionalidad. Esto, claro, no pasa de ser un rumor.

Es cierto que los jugadores nacionales que militan en Europa se ven presionados --indirectamente-- por sus clubes a no participar en las convocatorias debido al riesgo de lesiones y los largos viajes que estos deben realizar --simplemente vale recordar el caso del brasilero Ze Roberto, cuando el Bayern Munich ofreció la extensión de contrato siempre y cuando el decida renunciar a la selección brasilera, “por propia voluntad”-- La presión que tienen de parte de quienes finalmente aumentan sus cuentas bancarias son altas, eso queda claro. Pero una convocatoria de selección, por más cliché que pueda sonar, es un honor, es una distinción que miles de jugadores y millones de peruanos que jamás tendrán esa opción, quisieran tener. No es posible que estos sujetos rechacen convocatorias a discreción, no es permisible que la selección tenga una suerte de opcionalidad. A todo jugador que renuncie a la selección se le debería prohibir la participación en otra, de por vida. Se le debería considerar un desertor, un traidor a la Patria, y de esta manera evitamos que infortunados como "estos" vengan a embarrar el nombre del Perú con sus indecisiones ridículas.

La bolsa de minutos

Siete días antes del inicio del campeonato --siete!!!--, en una más de las torpes colaboraciones de nuestros “dirigentes”, se decidió que todos los equipos que participan en el torneo apertura deben acumular para el final del campeonato 1170 minutos --13 partidos -- disputados por jugadores nacidos como mínimo en el año 89. De lo contrario, por cada noventa minutos o fracción que no se haya cumplido, el equipo se verá sancionado con la reducción de tres puntos.

Los pros y contras de la medida pueden ser debatidos en su momento, la crítica actual se enfoca en el hecho que, a una semana del inicio del campeonato, cuando cada equipo tenía elaborado su plan de trabajo --suponemos--, contaba con sus plantillas definidas y buscaba afrontar el Apertura según lo preestablecido en una larga pretemporada, aparecen nuevamente estos personajes extraídos de una película de terror, un grupete de mequetrefes vestidos de saco y corbata, que obligaban a los entrenadores a revisar un trabajo de meses –si contamos desde el final del clausura 2007-- y en siete días, intentar acoplar nuevos elementos a sus plantillas, para cubrir esta absurda bolsa de minutos.

“La medida favorece el desarrollo de los jóvenes” dicen algunos, “el que es bueno lo demuestra solo, sin necesidad de obligarlo a jugar” cuestionan otros. Los argumentos a favor y en oposición a la medida son incontables, como incontable es también la estupidez de quienes promulgaron esta norma a tan poco tiempo del inicio del campeonato.

Dada esta situación, y demostrando que la regla no favorece en absoluto al crecimiento de los jóvenes, para librarse del problema, Cristal decidió enviar a nueve sub-20 para enfrentar a Cienciano en Cuzco, un partido que en los pronósticos se podía dar por perdido, incluso con el equipo principal, pero que sirvió para abarrotar de vergüenza la hoy famosa bolsa de minutos. Debido a este precedente, y tomando en cuenta que el partido con Cienciano en Cuzco se podría considerar un partido a perder para todos los equipos, el campeonato toma un color cada vez mas rojo.

Nuevamente la misma conclusión, otra vez la aplicación del facilismo en nuestro país, se promulgo una regla sin ser evaluada a conciencia, sin estudiarla a fondo. Una vez más nuestros dirigentuchos embarraron lo que podría haber sido un campeonato más que entretenido. Nuevamente somos testigos de la estupidez exagerada de esta casta de imbéciles que manejan el fútbol peruano como si fuera su granja.

El Gol

El gol es la máxima expresión del fútbol, celebrarlo no es un derecho, es un deber. La esencia del deporte recae en ese instante memorable en que el balón supera la línea de cal que demarca el ingreso al arco. Es ese el preciso intervalo que marca el inicio de la locura, la descarga de una rabia contenida, tanto para los hinchas como para el autor del gol. Sea dando catorcemil vueltas, cual payaso; sea sacándose la camiseta y haciéndola flamear para que todo el estadio se una en una sola voz, al grito de GOL!, sea cual fuere la forma de demostrar la máxima e inexpresable alegría que se puede sentir en un encuentro de fútbol, los jugadores tienen el derecho de decidir la mejor forma de hacerlo.

Paradójicamente, algunos años atrás, la FIFA, decidió parametrar esta locución de felicidad, estableciendo normas sobre un acto tan emotivo, como lo es el celebrar un tanto. Bajo que criterios, se prohíbe quitarse la camiseta para celebrar ó salir del terreno de juego para perderse en un abrazo con la tribuna. ¿Quién consideró eso nocivo para con el espectáculo?.

A continuación les presentamos un video con las más peculiares celebraciones, que no son sino parte de la historia del Fútbol.

http://www.youtube.com/watch?v=NB5vGsrmoQY

Boca Juniors y la Mítica Bombonera

No sabemos si fue siempre así, pero parece que en Buenos Aires todos son hinchas de Boca. Por todas las calles del centro la gente pasea orgullosa con la camiseta, o con la de la selección argentina. Pero River ni asoma.

Probablemente se deba a los continuos triunfos –nacionales e internacionales- obtenidos por el equipo en los últimos años y a la exitosa campaña de mercadotecnia iniciada a raíz de dichos triunfos, pero en Buenos Aires se respira Boca Juniors, le duela a quien le duela. Las tiendas deportivas están llenas de productos oficiales –tanto de Nike como de la marca “Boca Juniors”- y de la selección argentina. Más atrás se confunden los artículos de River con los de los demás equipos.
Y si durante la semana te cruzabas con camisetas de Boca en cada cuadra, el domingo, día en que jugaban con Independiente, el número de “remeras” se multiplicó.

Llegamos al estadio a las tres, dos horas y media antes de la hora del partido e hicimos la larguísima cola para entrar a la mítica Bombonera. A las 3.45 ya estábamos en la popular, frente a “La 12”, y a las 4.30 las populares estaban llenas. En las otras tribunas las entradas son numeradas y la gente llega faltando 15 minutos.

La salida de Boca es impresionante. 50 000 personas gritando el “Boca, mi buen amigo, esta campaña volveremo´ a estar contigo…” era ensordecedor, y se siente la vibración de las tribunas cuando todo el mundo salta. Es verdad que “La Bombonera no tiembla, late” y la emoción embarga no sólo a turistas, sino también a los propios argentinos. Luego “La 12” bajó la bandera que dice “podrán imitarnos, pero igualarnos, nunca” que cubre toda la popular, y al subirla, había otra bandera, más pequeña, que solo cubría la segunda bandeja. El argentino que estaba a nuestro lado nos contó que esa bandera la regaló Maradona. También se pasó el partido diciendo “Mirá lo que es esto!!” y hablando sobre “lo que es Boca”: un jugador puede ser bueno o malo, pero si deja todo en la cancha, la hinchada lo reconoce más que a cualquiera. Por eso en el cambio de Battaglia la ovación fue grande: falló varios pases, pero iba al suelo y luchaba cada pelota como si fuera la última. Y después por qué se molestan cuando la Trinchera Norte silba a Donny Neyra… El reconocimiento a Morel Rodriguez y Cáceres (los paraguayos) también fue increíble por cómo peleaban cada bola cuando expulsaron a Paletta.

Y si el espectáculo de la tribuna no fue suficiente, en la cancha estaba el maestro, Riquelme. La visión que tiene para el fútbol es alucinante. Juega parado, literalmente. Para el balón, levanta la cabeza y manda un pase por un espacio que solo él puede ver. Por eso tiene a la hinchada comiendo de su mano. Lástima que Palermo no podía jugar este partido por acumulación de amarillas.

Al final del partido la barra aplaudió con justicia a todo el equipo, por la garra con la que jugaron para conseguir un empate con 10 hombres, contra un Independiente que no gana en la Bombonera hace doce años y que jugó como lo que le gritaron cuando saltó a la cancha: “Equipo chico, la puta que los parió”.

Con esa hinchada y con la garra de esos jugadores, cómo no sentir algo por Boca…

Enviado especial: Juan Maza

Lágrimas de hombre 9: Mario Gomez

Hace un par de semanas los diarios informaban la partida de Mario Gomez de prueba al fútbol alemán. La oportunidad de emigrar se le volvía presentar a Mario a pesar que años atrás tuvo una opción, que decidió no aceptar por que no soportaba extrañar a su mamá y no supo adaptarse a la comida, "extrañaba su ceviche" dijo alguna vez entre bromas. Esta nueva oportunidad aparecía en el epilogo de su agitada carrera, y nuevamente "Machito" decidió rechazarla, esta vez por que no se adapto al frió --Machito?????--, decidió regresar y jugar en el Aurich de Chiclayo, eso si, a una temperatura bastante templada.

Mario Gomez apareció en aquella camada de jugadores de Universitario de Deportes en 1998, que de la mano de Piazza, obtendrían el titulo de aquel campeonato. Gomez fue de los más elogiados en aquella campaña, su entrega en cada balón y su vehemencia en las pelotas divididas, lo convirtieron en "machito". Además el apadrinamiento de "el puma" Carranza, lo llevaría a ser parte de la parte más selecta de aquel plantel.

Un Sudamericano Sub-23 fenomenal, lanzaría a machito al plano internacional, aquel partido frente a Paraguay, en que marco sino el mejor gol de su carrera, será recordado por Gomez debido a que cuanto espectador acudió aquella vez al estadio, quedo asombrado con la entrega y coraje del peruano. Luego de eso, tal vez su techo futbolístico, todo fue caída libre, pero no porque no podía crecer como jugador, sino porque inicio una campaña de autoembarre pocas veces antes vistas. Mario decidió atentar contra su propia carrera, viéndose envuelto en escándalos policiales y siendo observado en innumerables fiestas y demás. Quedaron en la retina imágenes como las de Gomez postrado en una cama luego de haber sido acuchillado presuntamente por Carlos "kukin" Flores, otra de las joyas de nuestro balompié. También podemos mencionar el incidente que llevaría a Mario a purgar condena tras el presunto asesinato de la novia de su primo, luego de una pollada en el callao. Y así una serie de hechos de menor gravedad, pero no menos dañinos para su carrera.

Es por eso sorprendente que a su edad, Mario no sea capaz de sentar cabeza y darse cuenta que la oportunidad que se le presento era definitivamente la última. Pero esto demuestra nuevamente de lo que esta hecho Gomez, quien al parecer el apodo le quedo grande.

Quizá esta vez Machito regreso porque extrañaba su pistola.

Infierno Sintético

El fútbol necesita algunos mínimos requerimientos para poder ser practicado de forma correcta, uno de ellos, y quizá el principal, es una cancha adecuada. Una cancha donde un pase dirigido hacia el delantero no termine en el corner a causa de un montículo, o donde no sea el pique de la pelota al contacto con el terreno, el que termine definiendo ante la salida del arquero, a consecuencia de un agujero. Para darle solución a este problema, que se presentaba en innumerables estadios de nuestro país, la medida que se tomo fue utilizar el césped sintético. Esta disposición tomada por el IPD ha traído una cola enorme, reclamos por extrañas lesiones debido al césped y quemaduras de diferentes grados a consecuencia del efecto del sol en conjunto con el caucho, son ecos constantes luego de cada fecha disputada..

Este último, es el reclamo más persistente --A pesar de las declaraciones de Arturo Woodman, en las que asegura que el fútbol es para los valientes, para verdaderos hombres--, sobre todo porque la mayoría de canchas sintéticas se ubican en ciudades calurosas de nuestro país, donde los equipos que ahí se desempeñan como locales, utilizan el sol de mediodía, para sofocar al rival. Convirtiendo así la cancha en una suerte de parrilla gigante. La nueva solución que se intenta brindar es la de solo utilizar estas canchas en horarios nocturnos, pero esto simplemente perjudicaría estos equipos que utilizan el clima a su favor, frente al resto de equipos. Lo que nos obliga a citar al sempiterno Don Ramón: “Ma, ¿pos ora?”. No parecería haber una solución a la vista y por tal motivo serán los jugadores quienes finalmente sigan sufriendo el suplicio de calcinarse las plantas en estas canchas.

La historia de las canchas sintéticas tiene aún mucho por regalarnos, declaraciones de dirigentes y jugadores, enfrentados con quienes tomaron la decisión de instalar este tipo de canchas, inclusive en nuestro primer escenario nacional. Arturo Woodman y Cia, aseguran que las críticas son ridículas y que las canchas se mantendrán. Por otro lado, las exigencias de quienes hacen posible el campeonato, los jugadores, deben ser escuchadas.

Vale mencionar que este año, la final de Champions League se jugará en un estadio que cuenta con este tipo de césped, El estadio de Moscú, que a causa del frió no permite mantener un césped natural. Esto, seguramente, inclina la balanza hacia el hecho de jugar de noche, evitando el calor que convierte la cancha en un infierno. Pero la última palabra esta en boca de Nuestros dirigentes, que nuevamente demuestran una inoperancia insoportable.

Errar es Humano

Es irremediable, luego de un partido, escuchar comentarios airados de parte de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. El objetivo, de estas muchas veces duras criticas, en un 90% de las oportunidades, son los árbitros. Constantes también son las oportunidades en que los que critican, utilizan al árbitro para camuflar sus incapacidades, y de alguna manera poder justificar un mal resultado. Pero también encontramos muchas de las otras, en que los errores de los jueces enervan a dirigentes, cuerpo técnico y jugadores.

Llevamos jugadas cuatro fechas del campeonato apertura y, entre el Minero y el Aurich, no han generado tantas ocasiones de gol, como errores arbitrales encontramos a lo largo del campeonato.

Es posible ver todos los domingos errores tan abusivos como los que se observan en nuestro campeonato?. ¿No es injusto que la decisión de un referí decida tantas veces la suerte de un equipo?. Expliquémonos. Cristal es puntero con 9 puntos, es decir tres partidos ganados, los tres estuvieron envueltos en escándalo, y la televisión demostró que --obviamente sin intención-- fueron beneficiados. Si cristal campeona al final, sacándole un punto de ventaja al segundo, no son estos 9 puntos los que definieron el campeonato???

El árbitro es el único personaje ligado al fútbol que jamás saldrá ganador de un estadio. En cada partido, vencedores y/o vencidos siempre tienen algo que reprocharle, además del público, que siempre acucioso, tiene motivos para recordarle de forma violenta, que no están de acuerdo con su actuación.

Por otro lado, para nadie es secreto que la función del arbitro se ve ridiculizada cada vez que los periodistas, ayudados por una cámara de televisión, y necesitando a veces 2 y hasta 3 repeticiones, tachan de incapaz a quien en décimas de segundo debe decidir el destino del juego. Pero más que esos errores, que son en parte comprensibles, la crítica va hacia la falta de uniformidad en los cobros. Una misma falta puede ser sancionada con expulsión, amarilla, o simplemente no cobrada, según el "criterio" del juez de turno.

Por dar un ejemplo, un cáncer al pulmón va ser un cáncer al pulmón para un medico Peruano, Venezolano, Cubano, o de Papua Nueva Guinea. Un foul artero debe ser roja para un árbitro peruano, chileno, africano o del caribe. Pero no es así, el "criterio" del árbitro cambia vertiginosamente si es Pierluigi Colina, Horacio Elizondo, Victor Hugo Rivera o Angel Ziani. Y claro, la crítica no es únicamente en el Perú, el árbitro es un ser repudiado mundialmente. Lo que nos llevaría a pensar: ¿Que pasa por la cabeza de un ser humano, que se jacte de quererse a si mismo, para tener la intención de ser arbitro?. Solo se me ocurre el hecho de que la compensación monetaria valga el tener que soportar mentadas de madre, padre, abuela y cualquier familiar que se le ocurra al enardecido hincha, al furioso dirigente, al molestísimo entrenador o a quien sea. En un TOP 5 de las personas más odiadas del mundo, el árbitro y Osama Bin Laden deben ocupar el primer y segundo lugar respectivamente. Así somos los hinchas!

Desde esta humilde, muy humilde tribuna, creemos que el arbitro es parte indispensable del fútbol, y no puede ser remplazado por una maquina, o convertirlo en fútbol americano con pantallas para la revisión de los cobros. Lo que si consideramos, es que están en total capacidad de uniformizar los famoso "criterios", darles parámetros y evitar las constantes suspicacias. El arbitro y sus errores son parte de la adrenalina del fútbol, pero no es aceptable que se conviertan en piezas claves en la definición de un torneo, con semejante avalancha de errores. Errar es humano, los árbitros son humanos, ergo, los árbitros se equivocan. Cierto. Pero tantas veces????